19 junio 2007

LOS LEONES DE BAGDAD

La reciente lectura de Los Leones de Bagdad me ha supuesto una muy agradable sorpresa, y eso que he de reconocer que a pesar de todas las buenas críticas recibidas al otro lado del charco, en un primer momento el hecho real en el que se basaba la historia no consiguió atraerme demasiado: cuatro leones escaparon del zoológico de Bagdad durante el bombardeo de Estados Unidos sobre la capital iraquí del 2003. Brian K. Vaughan ha basado su historia en este hecho real y ha construido una emotiva historia en la que ha conseguido de manera brillante dar cualidades humanas a los cuatro leones fugados. A través del viaje de la pequeña manada de leones (a la que hace referencia el título en inglés) por una Bagdad devastada por las bombas, el lector descubrirá como las relaciones entre los animales pueden ser también difíciles y no son tan diferentes a las de las personas como se pudiera pensar en un primer momento. Pero quizás la tan ansiada libertad no sea el mejor regalo para estos cuatro leones que deberán evitar morir de hambre o bajo las bombas de los humanos en las calles de una ciudad, que se ha convertido en una auténtica jungla de asfalto y en la que como en la verdadera jungla, reina la ley del más fuerte.
Brian K. Vaughan ha demostrado sobradamente su talento en series tan recomendables como Runaways, Ex Machina o Y, el último hombre, aportando siempre a sus guiones una excelente caracterización de personajes y un buen oído para los diálogos. Con el trabajo realizado en Los Leones de Bagdad, que en Estados Unidos ha sido alabado por crítica y público, se confirma como uno de los escritores más interesantes en el panorama del comic-book comercial actual.
Por su parte, el dibujante Niko Henrichon, conocido en nuestro país por su trabajo en el libro Barnum: Al servicio de los Estados Unidos, realiza un magnífico trabajo dibujando a todos los animales (todos los dibujantes saben lo difícil que es dibujar animales) y en especial dotando de expresividad a los cuatro leones protagonistas de la historia. Es necesario reseñar también el excelente trabajo realizado por Henrichon en la paleta gráfica del libro, creando atmósferas (casi da la impresión de poder respirar el polvo del desierto) de manera brillante.
Ambos autores han conseguido crear con esta excelente fábula moderna un sentido alegato contra la estupidez de las guerras.
Os invito a leer este muy recomendable tebeo que cuenta además con una estupenda edición de Planeta a un precio bastante atractivo.

Los Leones de Bagdad.
(Pride of Baghdad)
Brian K. Vaughan y Niko Henrichon.
Planeta DeAgostini.
168 págs. - Color - 14,95 €. Cartoné. Número único. Junio 2007.

3 comentarios:

Disipated Kid dijo...

Deja ya de actualizar, joe. Que me estas avergonzando de lo poco que lo hago yo. Conio.

Anónimo dijo...

La factura es muy buena, de eso no cabe duda... pero lo de excelente fábula no lo veo. Y si es una fábula en todo caso me da miedo la analogía que tu mismo has entresacado: "quizás la tan ansiada libertad no sea el mejor regalo". A quien representan los leones? Mal fario...

Por otro lado, tampoco veo el alegato contra la guerra. Los animales no la entienden, pero eso no significa que esté mal. Creo que el mensaje es más bien el del "mal necesario". En fin, no sé...
Salut.

Javier Arriola dijo...

Que quizás la tan ansiada libertad no fuera el mejor regalo...

Me refería a que los leones salen de vivir en cautividad pero vivir al fin y al cabo en el zoo, donde los cuidan y los alimentan, a salir a una ciudad que no conocen donde tienen que buscarse la comida y evitar morir bajo los bombardeos americanos... No queria destripar el final pero bueno ya veréis lo que pasa si lo leéis.
Además una de las leonas se plantea el quedarse y la otra, una vez libre, se pregunta si se acostumbrará a la libertad.

Yo el alegato contra la guerra, lo veo en el personaje de la tortuga. Ahí Vaughan le mete un poquito de caña a los humanos "que siempre están en guerra".