27 noviembre 2011

Acero puro


El próximo viernes 2 de Diciembre llega a las carteleras españolas Acero puro, película dirigida por Shawn Levy (Noche en el museo) y que cuenta con dos míticos directores como son Steven Spielberg y Robert Zemeckis como productores ejecutivos.

Basada en un relato corto del escritor de fantasía y ciencia-ficción Richard Matheson, Acero puro está ambientada en un futuro cercano en el que el boxeo ha sido prohibido para los boxeadores por su violencia y en su lugar los combates corren a cargo de robots boxeadores.

Hugh Jackman interpreta a Charlie Kenton, un ex-boxeador mezquino y miserable que vive al día apostando en peleas clandestinas de robots boxeadores en las que maneja a su robot, y en las que apenas tiene suerte y lo único que consigue ganar son deudas.
Todo cambiará para Charlie cuando a su vida llegue Max (interpretado por Dakota Goyo), que nació como resultado de una relación fallida y que tras la muerte de su madre, éste deberá, muy a regañadientes, hacerse cargo de su hijo durante unos meses en los que el ex-boxeador y Max emprenderán un viaje en el que además de conocerse mejor, y entre pelea y pelea clandestina, conseguirán entrenar a un robot sparring que incluso llegará a aspirar al campeonato de la liga de boxeo oficial enfrentándose al campeón, el todopoderoso robot Zeus.

En el apartado interpretativo hay que destacar la gran química que hay entre los dos actores protagonistas Jackman y Goyo, que bordan sus papeles, el primero interpretando un personaje bastante miserable en los primeros minutos de la película pero que segun avance el metraje irá ganandose las simpatías del espectador; y el segundo, el joven Goyo que con tan solo 12 añitos interpreta a un niño bastante listillo y chulito que, sorprendentemente, y pese a lo que podría parecer, no resulta para nada cargante ni repelente en ningún momento de la película, e incluso llega a caer simpático.
Completa el reparto la actriz Evangeline Lilly (Kate, en Perdidos) que encarna a Bailey, la novia de Charlie, en la inevitable trama amorosa de estas cintas, que apenas consigue tener interés ya que su personaje se queda en mera comparsa de la pareja padre e hijo, auténticos protagonistas  de la historia.

Sin duda uno de los puntos más fuertes de la película son los combates entre los diferentes robots que aparecen, escenas magníficamente recreadas por el departamento de efectos especiales y que además cuentan con todo un experto en la materia como el ex-boxeador Sugar Ray Leonard como asesor de combates.

En definitiva, Acero puro se nos presenta como un producto claramente diseñado y dirigido para atraer al público familiar en estas fechas navideñas, que sin duda gustará por igual tanto a niños como a adultos y que como película cumple con bastante buena nota, gracias a sus justas dosis de acción, humor y drama, a pesar de algunos momentos de sentimentalismo almibarado en busca de la lágrimilla fácil, que pueden provocar algún que otro sonrojo en los espectadores más duros y curtidos.

13 noviembre 2011

30 minutos o menos


El pasado viernes se estrenaba 30 minutos o menos, el nuevo trabajo del director Ruben Fleischer, al que en esta casa tenemos en gran estima gracias a su opera prima Bienvenidos a Zombieland (2009), una divertida película en la que supo conjugar bastante acertadamente dos géneros a priori antagónicos como son las comedias y las películas de zombies.

En este su segundo trabajo Fleischer también gusta de la mezcla y combina de nuevo con bastante acierto el humor pero en en esta ocasión cambia el género de zombies por la acción.
30 minutos o menos cuenta la historia de Nick, un repartidor de pizzas fracasado interpretado por Jesse Eisenberg (La red social) que de buenas a primeras se ve raptado por un par de perdedores interpretados por Danny McBride (Caballeros, princesas y otras bestias)y Nick Swardson (Zohan), que le obligaran mediante una bomba pegado a su cuerpo a robar un banco. Para esta peligrosa tarea pedirá ayuda a su amigo de la infancia Chet, interpretado por Aziz Ansari (Parks and Recreation), y juntos cometerán el robo.

Las dobles parejas cómicas que forman Eisenberg-Ansari y McBride-Swardson funcionan bastante bien a base de química, pero sin duda cabe destacar la actuación de Ansari y la del, en ocasiones, bastante cargante Danny McBride, que aquí está bastante soportable e interpreta a un personaje desagradable pero que cae simpático.
Mención aparte merece el actor Fred Ward, uno de esos actores tótems de las películas de los años ochenta, eterno secundario, que aquí es recuperado por Fleischer para interpretar a El Mayor, personaje que desencadena toda la trama de la película.

Con un guión más que normalito que, eliminando los gags y los diálogos graciosos, perfectamente podrían haber firmado unos primerizos Hermanos Coen y que hubieran convertido la cinta en un anodino thriller más de esos que hemos visto más de mil veces. Por el contrario Fleischer, apenas da respiro al espectador y 30 minutos o menos se presenta como una comedia de acción en la que sus 83 minutos de duración se pasan prácticamente volando logrando su director el objetivo que toda buena comedia debería conseguir o al menos intentar que es el de hacernos reír con esta frenética película que a más de uno le hará recordar un montón de películas de temática similar que se rodaron durante los años ochenta, sobre todo al escuchar el mítico tema The heat is on de Glenn Frey que forma parte de la banda sonora.

En resumen, una divertida y deliciosa comedia que gustará por partes iguales a los fans del humor y de la acción que tendrán carcajadas aseguradas. Por cierto, si pueden es obligatorio quedarse al final de los créditos para ver la sorpresa final.

Criadas y señoras (The Help)


Tras arrasar en taquilla en EEUU convirtiéndose en todo un éxito de público, llega a nuestro país, con el subtítulo de Criadas y señoras, la adaptación de la novela The Help escrita por Kathryn Stockett que también se convirtió en un éxito de ventas.

La acción de Criadas y señoras se sitúa en el año 1962 en la conservadora ciudad de Jackson, Missisipi, durante los movimientos que se produjeron en EEUU por los derechos civiles en los sesenta, y en la que la mayoría de la población aún seguía teniendo criadas de color.

La película dirigida por Tate Taylor nos cuenta la historia de como la joven Skeeter, interpretada por Emma Stone, regresa a su casa tras finalizar sus estudios en la universidad en busca de un trabajo como escritora en el periódico local. Tras conseguir el trabajo, una pequeña columna sobre trucos y consejos sobre el hogar, decide pedir ayuda a la criada de su familia descubriendo que se ha marchado de su casa. Por eso decidirá pedir ayuda a Aibeleen (interpretada por Viola Davis), la criada de Hilly Holbrook (interpretada por Bryce Dallas Howard), una de sus amigas de la infancia. Tras entablar amistad con Aibeleen, y con su amiga Minny (interpretada por Octavia Spencer) y ver las injusticias que las mujeres ricas cometían contra sus criadas de color, la joven Skeeter decide escribir un libro en el que contará mediante anécdotas, una especialmente graciosa, los abusos a las que las criadas eran sometidas.

Con un presupuesto de apenas 25 millones de dólares la cinta, que en algunos momentos puede recordarnos a otras grandes películas como El color púrpura o Tomates verdes fritos, ha sabido llegar a un público en su mayoría femenino que ha respondido muy positivamente en taquilla y ya en su primer fin de semana de proyección en los EEUU superó ampliamente su presupuesto.

Criadas y señoras es un más que recomendable melodrama con toques de comedia, que gustará a todo tipo de público, y no solo al femenino, al que en un principio podría ir dirigido, y en el que todas las actrices están francamente estupendas, componiendo un magnífico reparto coral en el que brillan especialmente Viola Davis, Bryce Dallas Howard y Allison Janney, que interpreta a la madre de Skeeter.