Acompañada de una brutal pero eficaz campaña de marketing, se estrena en las pantallas de todo el mundo el esperado remake del Evil Dead de Sam Raimi.
Esta nueva reimaginación del film de culto de 1981, viene avalada por el propio Raimi, que junto al mítico Bruce Campbell y a Robert G. Tapert han producido el debut en la dirección de largometrajes del uruguayo Fede Alvarez, que hace unos años deslumbró al mundo con Ataque de Pánico!, corto que consiguió abrirle las puertas de Hollywood.
Fede Alvarez, Rodo Sayagues y la oscarizada Diablo Cody, son los responsables del guión, y han tomado la historia original de Raimi, han cogido elementos de las dos primeras partes de la trilogía Evil Dead, y han ido añadiendo y modificando algunos elementos a esta nueva historia, para integrarla en la corriente del cine de terror del siglo XXI en el que, por supuesto, no se escatima con las escenas en las que hay abundancia de gore y de litros y más litros de sangre.
Mucho más bruta y excesiva que la original, esta nueva versión no se corta un pelo a la hora de mostrar aquellas escenas que allá en los ochenta Raimi dejara a la imaginación del espectador, y es que no nos engañemos, pero en estos tiempos es difícil asombrar al espectador actual que ya ha visto de todo en el cine de terror.
La historia nos cuenta como Mia, interpretada por la joven actriz Jane Levy, protagonista de la comedia televisiva Suburgatory, viaja junto a su hermano y varios amigos de la infancia a la vieja cabaña familiar para intentar dejar atrás, con la ayuda de sus amigos más cercanos, una parte de su vida que la está consumiendo.
Pero para aquellos que ya conocen la historia original, ya sabrán de lo que los personajes descubren en el sótano de la cabaña, un objeto que despertará algo maligno que habita en el bosque.
El resto del reparto entre los que encontramos entre otros a Shiloh Fernandez ( Caperucita Roja ¿A quién tienes miedo? ), Lou Taylor Pucci (Infectados) o Jessica Lucas (Monstruoso) son rostros jóvenes, que han hecho sus pinitos en series de televisión y en varias cintas de género, y cuyos rostros son menos reconocibles que el de la protagonista, pero a buen seguro poco a poco, y sobre todo gracias a esta cinta pronto sus nombres comenzarán a sonar en el star system hollywoodiense.
Como ya he comentado un poco más arriba, Alvarez no hace concesiones al espectador y además de realizar un sentido homenaje a la obra de Raimi, y aún echando de menos algunos toques de ese humor negro y socarrón tan característico de las películas de Raimi, no se autocensura a la hora de dar al espectador aquello que busca en una película de terror, y de este modo los que vayan al cine a disfrutar de este más que digno remake, se encontrarán con una jugosa y excesiva sucesión de sustos, gore y escenas escalofriantes que quedarán para siempre en la memoria del espectador.
En definitiva, nos encontramos ante una entretenida cinta de terror, una modesta producción de 17 millones de dólares que a buen seguro será todo un éxito de taquilla y de la que ya se ha confirmado su secuela, y en la que, en su hora y media de metraje, ya sea gracias a los temas compuestos por el español Roque Baños que consiguen crear una perfecta y terrorífica atmósfera, y a los eficaces y artesanales efectos especiales, los sustos están más que asegurados en este remake que, lejos de contarnos igual otra vez la misma historia plano a plano, elige su propio camino y nos da otra versión diferente, y a su vez fiel al original de Sam Raimi. Una película que contentará tanto a los que conozcan la película original de 1981, como a los nuevos espectadores que no hayan oído hablar nunca de la película de culto original y solo conozcan al director por su reciente Oz, un mundo de fantasía.
Y por supuesto aquellos espectadores que esperen hasta el final de los créditos, verán su paciencia recompensada con una escena final que hará las delicias de los aficionados a la saga de Raimi.
1 comentario:
Demasiada sangre y poco necronomicon.
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