El viernes 21 de mayo llega a España Nuevas historias del Viejo Palomar de Beto Hernandez.
Con Nuevas historias del Viejo Palomar Beto Hernandez prosigue con el ciclo de Palomar, su obra maestra, un microuniverso de personajes a cual más variopinto; un hervidero de historias que se entrecruzan una y otra vez, creando un intrincado entramado que retrata la vida en la Hispanoamérica rural con una riqueza tal que la obra resultante adquiere carácter universal.
Bienvenidos a Palomar, el mítico pueblo latinoamericano de Beto Hernandez. Un microuniverso de personajes a cual más variopinto; un hervidero de historias que se entrecruzan una y otra vez, creando un intrincado entramado que retrata la vida en la Hispanoamérica rural con riqueza tal que la obra resultante adquiere carácter universal. Con frecuencia, la fecunda imaginación de Beto Hernandez para trazar personalidades y crear situaciones, ha sido comparada con la de los autores más destacados del realismo mágico, como García Márquez o Isabel Allende. Las caracterizaciones de sus exuberantes mujeres han sido aclamadas como momentos álgidos de la historia del cómic.
En Palomar no hay teléfono ni falta que hace, porque es un pueblo tan pequeño que en él siempre pasa algo, ocurren cosas. Toda esa vida que palpita en la comunidad. Beto Hernandez retoma su gran novela secular para narrarnos con la maestría de siempre los primeros pasos de Tonantzin, la niñez de Gato, los días y las horas de Luba, Heraclio, Chelo, Vicente, Pipo, Fritz, Carmen? Los niños de Palomar, un asentamiento científico, ídolos, pájaros exóticos y extrañas apariciones conforman el latido de ese pueblo tan pequeño, a la vez tan grande infierno.
Beto Hernández creció en Oxnard, California, en compañía de cuatro hermanos y una hermana.
Su madre había sido una ávida lectora de cómics durante su niñez, y entretenía a sus hijos con dibujos de sus personajes favoritos. A Beto le encantaban los tebeos de Archie y autores como Jack Kirby, Steve Ditko y Hank Ketcham. Todo cambió cuando su hermano Mario comenzó a traer a casa ejemplares de Zap Comix de Robert Crumb. Los años 70 estaban tocando a su fin, y la escena musical de hardcore punk asolaba el sur de California. En 1981, Beto, Jaime y Mario se autoeditaron un tebeo conjunto que titularon Love & Rockets. Cuando Gary Groth recibió la copia de prensa para reseñarlo en el Comics Journal, quedó tan impresionado que les ofreció seguir publicándolo bajo el sello Fantagraphics Books. Love & Rockets demostró ser tan revolucionario como los Zap Comix de Crumb, e inspiró a una generación entera de autores post-underground. A día de hoy, Beto vive en Las Vegas, Nevada, son su esposa Carol y su hija Natalia.
“Las afiladas y minimalistas historias latinoamericanas de Beto Hernandez, narradas en viñetas de estilizado blanco y negro, han sido frecuentemente descritas como el equivalente en novela gráfica al realismo mágico del premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez.”
THE TIMES
“Beto Hernandez rompe con toda idea preconcebida que podamos tener sobre qué podemos encontrar en un cómic. Nos hallamos frente a historietas que fijan nuevos estándares para el cómic adulto como expresión artística.”
PUBLISHERS WEEKLY
19 mayo 2010
Nuevas historias del Viejo Palomar, pronto a la venta
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