06 mayo 2012

Usagi Yojimbo 22: La historia de Tomoe

Usagi Yojimbo 22: La historia de Tomoe
Stan Sakai
Rústica. 184 páginas. B/N. 12,95 €. Planeta DeAgostini


Hacía un par de años ya que Planeta no publicaba una nueva entrega con las aventuras del famoso conejo samurai creado por el dibujante Stan Sakai, y se agradece que no se hayan olvidado de un personaje y una serie de calidad contrastada.
En esta nueva entrega titulada La historia de Tomoe, Stan Sakai nos presenta a su protagonista Usagi como invitado de su amiga Tomoe, en la casa en la que sirve como guardaespaldas del señor Noriyuki, cabeza visible de la provincia de Geishu, y aprovecha que tiene a uno de sus personajes femeninos en escena para cederle algo más de protagonismo y dejar a Usagi un poco al margen, para conocer más detalles sobre la historia de Tomoe. Así veremos como en las historias cortas que se reunen en el tomo pasan a estar protagonizadas por la gata Tomoe, ahondando en historias de su pasado y en otras en las que la guardaespaldas deberá enfrentarse a diversas amenazas sobrenaturales y proteger a su señor Noriyuki.
Además de las ya clásicas historias de enfrentamientos contra fantasmas y demonios, Sakai cruza el camino de los protagonistas con el de la ladrona Kitsune, otro de los personajes carismáticos y recurrentes de la serie, y aprovecha para profundizar en la relación entre Usagi y Tomoe en el número que cierra el tomo, una bella historia en la que se nos narra de manera detallada la tradicional ceremonia del té.
En definitiva y como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, Usagi Yojimbo es una gran serie que quizás no cuenta con el favor del gran público, pero que gracias sobre todo al cariño y al esmero que su autor pone en cada una de sus páginas, ha sabido a lo largo de los años ganarse el respeto y la admiración de un pequeño número de fieles lectores que esperan con impaciencia cada nueva entrega de las aventuras de su conejo samurai favorito con el que conocemos un poco más de la historia y el folclore del Japón feudal.

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