13 octubre 2008

LAS AVENTURAS DE SOCK MONKEY

Tony Millionaire es un dibujante estadounidense conocido en su país por ser el autor de la tira de prensa Maakies, una de las más populares y originales de las que se publican semanalmente en los diarios norteamericanos.
En nuestro país es un autor aún por descubrir, del que aparte de este Las Aventuras de Sock Monckey que acaba de publicar recientemente Rossell Comics, únicamente habíamos podido leer su Billy Avellanas, publicado el año pasado por Ediciones La Cúpula, y que en sus páginas ya nos mostraba un autor a seguir.
La edición de Las Aventuras de Sock Monkey ha sido una grata noticia para todos aquellos lectores que nos quedamos con ganas de más Millionaire y que en esta obra nos sorprende con unas originales e imaginativas aventuras protagonizadas por un mono de trapo hecho con calcetines llamado Tío Gabby y su compañero el Señor Cuervo, un cuervo negro de juguete algo borrachín con dos botones como ojos.
Ambos personajes vivirán increíbles aventuras buscando el paraíso celestial en una lámpara de araña intentando esquivar los cañonazos de goletas en miniatura mientras liberan una granja de hormigas, llevando a Borneo a una cabeza reducida, haciendo de casamenteros entre una ratoncita viuda y un murciélago o se verán envueltos en un enrevesado asunto con el Trumbernick, un duende gruñón, una urraca azul y el reloj del salón como protagonistas.
Al leer las diferentes historias de este libro lo primero que llama la atención es la desbordante imaginación de la que hace gala Millionaire en las aventuras que hace vivir a sus personajes. Unas historias que nos recuerdan a grandes pioneros de la historieta como Winsor McCay, Lyonel Feininger o Rodolphe Töpffer, y que llevarán al lector a recordar su infancia y a esas aventuras surrealistas y llenas de imaginación que todos, en algún momento de nuestra niñez, hemos creado en nuestras habitaciones con nuestros juguetes, a las que Millionaire no deja de añadir un ligero toque macabro marca de la casa.
Con su particular estilo de dibujo barroco y detallista, que sin duda bebe de grandes dibujantes e ilustradores de principios del pasado siglo como Johnny Gruelle o Ernest Shepard, el autor crea unas bellísimas planchas con un estilo similar al de los grabados del Siglo XIX, y en las que se reflejan su amor por dibujar animales, barcos, casas victorianas y todo tipo de objetos antiguos.
No sabemos cómo lo logrará Millionaire, pero este autor tiene la extraña y sorprendente habilidad de crear personajes totalmente expresivos y carismáticos y dotarlos de vida dibujando únicamente a dos animales de juguete y a los demás personajes y animales que les acompañan en sus aventuras.
Nos encontramos, por tanto, ante un tebeo cien por cien recomendable y, en mi opinión, uno de los más divertidos y originales de lo que se ha publicado en lo que va de año, y que gustará a aquellos lectores que quieran ampliar sus lecturas y estén buscando algo diferente que les pueda llegar a sorprender y es que... ¿a quién no le puede gustar un tebeo protagonizado por un mono de trapo y un cuervo de juguete borrachín?
Esperemos y deseamos que una editorial como Rossell Comics, de la que hasta hace bien poco el grueso de sus publicaciones se centraba exclusivamente en la producción de origen europeo, no se olvide de seguir publicando obras americanas independientes del estilo de este magnífico Sock Monkey de Tony Millionaire.

Las Aventuras de Sock Monkey.
Tony Millionaire.
Rossell Comics.
88 págs. - B/N - 9,95 €. Rústica. Número único. Septiembre 2008.

3 comentarios:

Werewolfie dijo...

Completamente de acuerdo, quizá uno de los mejores tebeos (inéditos) de los que se han publicado en lo que llevamos de año, y sin duda uno de los más "diferentes". Y es que el rollo "indi" no sólo vive de sliceoflifes... ojalá que se venda de maravilla y Rossell -o quien sea- saque más obras de este autor... Un diez a Rossell por traernos esta maravilla en castellano.

DanielB dijo...

Para nmi también uno de los tebeos del año, y es que es repanochantemente delicioso

Kalashnikov dijo...

La historia del Trumbernick es escalofriante :-D