08 septiembre 2013

Asalto al poder


¿Alguien lleva la cuenta de las veces que Roland Emmerich ha destruído en sus películas La Casa Blanca? Pues sumen una más, amigos. Como ya habréis podido comprobar en los trailers, incluso en el cartel de la película, en Asalto al poder, (White House Down en su título original), Emmerich se da el gustazo y una vez más hace volar por los aires el hogar del Presidente de los Estados Unidos, todo un símbolo para los estadounidenses.
El alemán es uno de esos directores cuya filmografía ha sido casi siempre vapuleada por la crítica, pero sin embargo la mayor parte de sus producciones han sido apoyadas por el gran público que siempre responde de manera positivia y acude en masa a ver sus películas palomiteras con la única y sana intención de pasar un rato entretenido en la butaca del cine.
A la espera de la anunciada secuela de Independence Day, uno de los mayores éxitos del director, y tras la personal y entretenida Anonymous, llega esta cinta de acción con ligeros toques de comedia que hará las delicias de los amantes de los blockbusters veraniegos y sobre todo de las películas de acción noventeras, de las que Asalto al poder bebe bastante.
La historia nos cuenta como un grupo de mercenarios se hace con el control de La Casa Blanca con la intención de secuestrar al Presidente de Estados Unidos, con oscuras y aviesas intenciones que no quiero desvelar para que el disfrute del visionado del film sea completo. Pero claro, como ocurriera en la ya clásica Jungla de Cristal, los terroristas deberán vérselas con John Cale, un agente especial que pasaba por allí para una entrevista de trabajo y como ya le suceciera al bueno de John McClane, se encontraba en el momento y lugar equivocados y para colmo, acompañado de su hija.
Partiendo de un argumento tan delirante como divertido, Emmerich sabe perfectamente que teclas tocar para hacer disfrutar al espectador, sobre todo al estadounidense que gozará y sufrirá a partes iguales con algunas de las espectaculares escenas del film.
Channing Tatum, uno de los jóvenes valores del Hollywood actual, se nos presenta aquí como el McClane del Siglo XXI, y no lo hace del todo mal sabiendo conjugar de manera efectiva las escenas de acción con las escenas humorísticas, como ya hiciera en la imprescindible y divertida Infiltrados en clase.
Tatum contará con un inesperado compañero de fatigas, al más puro estilo de las buddy movies, ni más ni menos que James Sawyer, el Presidente de Estados Unidos, interpretado por el solvente Jamie Foxx, que lo mismo interpreta a un esclavo liberado en Django Desencadenado, como al villano Elektro (Arrives) que se enfrenta a Spider-man en la secuela de The Amazing Spider-man de próximo estreno, como a un "obamizado" presidente de los Estados Unidos.
Completan el reparto actores conocidos como Maggie Gyllenhaal, Jason Clarke, Richard Jenkins, destacando a dos por encima del resto: el veterano James Woods que está inmenso y la niña Joey King que da todo un recital y que pese al papel que interpreta de niña repelente sabelotodo no está para nada cargante.
Acción a raudales, espectaculares escenas de vuelos de helicópteros, peleas, tiroteos, villanos over the top, humor, guías turísticos desatados y mucho más encontraréis en esta entretenida película de Emmerich, un honesto director que sabe dar al público justo lo que pide, y que en ésta, su última película hasta la fecha, continúa haciendo el mismo tipo de cine palomitero con el que ha sabido conquistar la taquilla durante años, y cuyos únicos peros quizá sean su excesivo metraje y un final bastante vergonzante que a más de uno le puede provocar un inesperado subidón en el nivel de azúcar.

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