JSA 1
Geoff Johns, David S. Goyer, James Robinson, Stephen Sadowski, Derec Aucoin, Marcos Martín y Buzz
Cartoné. 256 páginas. Color. 24,50 €. ECC Ediciones
ECC Ediciones continúa con la recuperación en tomos de lujo de algunas series que, o bien por sus autores o bien por su importancia dentro del género, merecen la pena conservarse en las estanterias de cualquier aficionado al cómic mainstream americano. En esta ocasión, y tras rescates similares de series como Fábulas o Lucifer dentro del sello Vertigo, le ha llegado el turno a la JSA de Geoff Johns, uno de los títulos clave del Universo DC durante prácticamente la totalidad de la primera década de los 2000.
Con una andadura editorial bastante errática e intermitente, desde su creación allá por el año 1940, la Sociedad de la Justicia de América había contado con varias cabeceras publicadas a lo largo de los años que en la mayoría de las ocasiones no llegaron a contar con el favor del público ya que, a pesar de haber sido creada en primer lugar, la Liga de la Justicia de América siempre había sido la favorita de los aficionados.
En 1999 DC Comics decidió dar al grupo una nueva oportunidad y para ello confiaron en una pareja de guionistas de lo más competente: James Robinson y David S. Goyer. James Robinson ya había dado su particular versión del grupo en la magnífica The Golden Age y en Starman, su serie más conocida, había tratado con admiración y respeto a prácticamente todos los héroes del grupo. Por su parte, el guionista David S. Goyer, que provenía del mundo del cine y la televisión, colaboró en la serie durante los primeros 51 números y los aficionados le reconocerán por su trabajo más conocido como guionista cinematográfico en la trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan.
James Robinson abandonaría la serie en el quinto número habiendo establecido las bases de la serie y un primerizo Geoff Johns, que venía de realizar la fresca Stars & S.T.R.I.P.E., sería su relevo convirtiéndose en el guionista regular desde el sexto número, junto a Goyer, y ya en solitario desde el número 52 hasta el cierre de la serie, y en su posterior relanzamiento bajo el título de Justice Society
of America en 2007.
La historia de esta nueva encarnación del grupo, arranca cuando los héroes vuelven a reunirse por el funeral del Sandman de los años 40, que ha fallecido en extrañas circunstancias. Los héroes comienzan a investigar y descubren que un misterioso personaje está asesinando a varios personajes mágicos del Universo DC. Por este motivo volverán a reunirse como grupo y juntos deberán hacer frente a la nueva amenaza cuyo objetivo es hacese con el poder de la nueva reencarnación del Dr. Destino.
El gran acierto de los guionistas a la hora de formar esta nueva alineación fue la incorporación de nuevos personajes a un grupo que contaba entre sus miembros con héroes veteranos como Wildcat, el Flash Jay Garrick o el Green Lantern Alan Scott. Así los lectores que se acercaran a este nuevo grupo podrían ver a personajes más actuales como Star-Splanged Kid, Hourman, Atom Smasher, Starman o Hawkgirl, que recogían el legado de los héroes veteranos ya retirados a los que sucedían.
Otro de los puntos a destacar fue que los guionistas consiguieron recuperar en JSA el sabor clásico de los cómics de supergrupos que les habían precedido, donde no sólo los enfrentamientos con los villanos de turno eran importantes, si no que también las relaciones entre los personajes merecían la atención adecuada, siendo en muchas ocasiones mucho más interesantes que la lucha con el villano del mes.
Tras el primer arco, y par de historias autoconclusivas, arranca una nueva historia larga en la que la JSA debe enfrentarse contra Obsidian, hijo de Alan Scott y miembro del añorado Infinity Inc., que ha sucumbido ante el poder de las sombras.
La labor de los diversos dibujantes, cuya labor encontramos en los nueve números de la serie y en el especial JSA Secret Files, se resuelve de manera bastante correcta y, entre todos ellos, cabe destacar la participación del dibujante español Marcos Martín en una de las historias auto-conclusivas incluidas en el tomo.
Mención aparte se merecen las portadas realizadas por el gran Alan Davis, que nos deja con la duda de que hubiera ocurrido si el señor Davis se hubiese encargado también del interior de los cómics y no sólo de las portadas. Sin duda, una oportunidad perdida.
El tomo publicado por ECC Ediciones está muy bien editado y al final del mismo nos presenta una serie de extras entre los que encontramos portadas de los tomos recopilatorios americanos y varios artículos firmados por Fran San Rafael en el que nos presenta a los personajes y a los autores que participan en el tomo.
Sin duda, este primer tomo de la JSA supone una agradable y entretenida lectura para todos aquellos lectores que busquen reencontrarse con el placer de leer un cómic de superhéroes de los de toda la vida, que recupera ese agradable sabor a cómic de superhéroes clásico y con el que no nos veremos en la necesidad imperante de abordar la lectura de eventos y crossovers multitudinarios.
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