Stuck Rubber Baby, o Mundos Diferentes como se tradujo finalmente en España tan intraducible título, fue sin ninguna duda uno de los mejores tebeos publicados el pasado año. Obra multipremiada en todo el mundo (Eisner, Harvey, Angouleme, Comic Art, Luchs, etc) durante la pasada década, el pasado mes de abril añadió un premio más a su excelente curriculum, el Premio a la mejor obra extranjera publicada en España en el 2006 en los Premios Populares del 25º Saló del Cómic de Barcelona.
Howard Cruse, autor underground comprometido con la lucha del movimiento gay, comenzó publicando sus historietas durante finales de los setenta y principios de los ochenta en comics como Barefootz, Gay Comix o Wendel (publicado aquí por La Cúpula). Durante los primeros años de los noventa Cruse trabajó en la novela gráfica Stuck Rubber Baby hasta que finalmente en 1995 apareció publicada en el sello Paradox Press, de comics adultos, de la editorial DC Comics.
Once años más tarde, y de la mano de Dolmen Editorial, vio por fin la luz en nuestro país la obra de Cruse, recibiendo una sensacional acogida por parte de crítica y público.
Mundos Diferentes nos cuenta la historia de Toland Polk, un joven homosexual reprimido y confuso en busca de su identidad, que comienza a conocer el mundo de los homosexuales y el mundo de la comunidad negra en un pequeño pueblo racista del Sur de la América profunda, en el que los negros y los homosexuales son rechazados y mirados con recelo, durante los convulsos años sesenta bajo el mandato del presidente Kennedy, en el que tuvieron lugar violentas y encarnizadas luchas por los derechos civiles de la comunidad negra.
Cruse crea una obra coral con varios personajes magistralmente retratados, con sus virtudes y defectos, dotándoles de vida y con los que consigue transmitir al lector todos los sentimientos que hacen acto de presencia en la obra.
A través de los ojos de Toland, el autor construye un excepcional alegato contra la intolerancia, la intransigencia y contra el conservadurismo de aquellos que sienten miedo o se ven amenazados por los que son diferentes, además de un brillante retrato de esa sociedad ultraconservadora de la América racista en los sesenta, que lamentablemente hoy en día y más de cuarenta años después parece que aún no ha desaparecido.
Fiel estéticamente a sus inicios como autor underground, Howard Cruse dibuja unas viñetas con un estilo de dibujo puntillista y cargado de detalles, al que se unen una inteligente composición de las páginas, un brillante ritmo narrativo y un excepcional dominio de las expresiones faciales de los personajes tenemos como resultado un gran trabajo gráfico.
Hay que destacar también la estupenda y cuidada edición de Dolmen, que cuenta con una excelente traducción de Diego García, una buena reproducción en papel de alto gramaje, y además varios extras como comentarios del autor y del traductor, todo esto recogido en un magnífico libro en tapa dura.
Stuck Rubber Baby es una obra fundamental, imprescindible y muy, muy recomendable, y es que Mundos Diferentes es, junto a obras como Maus o Paracuellos, una de esas obras maestras del noveno arte de lectura obligatoria.
Stuck Rubber Baby: Mundos diferentes.
Howard Cruse.Howard Cruse, autor underground comprometido con la lucha del movimiento gay, comenzó publicando sus historietas durante finales de los setenta y principios de los ochenta en comics como Barefootz, Gay Comix o Wendel (publicado aquí por La Cúpula). Durante los primeros años de los noventa Cruse trabajó en la novela gráfica Stuck Rubber Baby hasta que finalmente en 1995 apareció publicada en el sello Paradox Press, de comics adultos, de la editorial DC Comics.
Once años más tarde, y de la mano de Dolmen Editorial, vio por fin la luz en nuestro país la obra de Cruse, recibiendo una sensacional acogida por parte de crítica y público.
Mundos Diferentes nos cuenta la historia de Toland Polk, un joven homosexual reprimido y confuso en busca de su identidad, que comienza a conocer el mundo de los homosexuales y el mundo de la comunidad negra en un pequeño pueblo racista del Sur de la América profunda, en el que los negros y los homosexuales son rechazados y mirados con recelo, durante los convulsos años sesenta bajo el mandato del presidente Kennedy, en el que tuvieron lugar violentas y encarnizadas luchas por los derechos civiles de la comunidad negra.
Cruse crea una obra coral con varios personajes magistralmente retratados, con sus virtudes y defectos, dotándoles de vida y con los que consigue transmitir al lector todos los sentimientos que hacen acto de presencia en la obra.
A través de los ojos de Toland, el autor construye un excepcional alegato contra la intolerancia, la intransigencia y contra el conservadurismo de aquellos que sienten miedo o se ven amenazados por los que son diferentes, además de un brillante retrato de esa sociedad ultraconservadora de la América racista en los sesenta, que lamentablemente hoy en día y más de cuarenta años después parece que aún no ha desaparecido.
Fiel estéticamente a sus inicios como autor underground, Howard Cruse dibuja unas viñetas con un estilo de dibujo puntillista y cargado de detalles, al que se unen una inteligente composición de las páginas, un brillante ritmo narrativo y un excepcional dominio de las expresiones faciales de los personajes tenemos como resultado un gran trabajo gráfico.
Hay que destacar también la estupenda y cuidada edición de Dolmen, que cuenta con una excelente traducción de Diego García, una buena reproducción en papel de alto gramaje, y además varios extras como comentarios del autor y del traductor, todo esto recogido en un magnífico libro en tapa dura.
Stuck Rubber Baby es una obra fundamental, imprescindible y muy, muy recomendable, y es que Mundos Diferentes es, junto a obras como Maus o Paracuellos, una de esas obras maestras del noveno arte de lectura obligatoria.
Stuck Rubber Baby: Mundos diferentes.
Dolmen Editorial.
224 págs. - B/N - 25 €. Cartoné. Número único. Junio 2006.
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