12 septiembre 2012

Desafío Total


Este viernes llega a los cines de toda España la nueva versión de Total Recall, el esperado remake de Desafío Total, película dirigida en 1990 por el director de origen holandés Paul Verhoeven y protagonizada por la megaestrella Arnold Schwarzenegger.
Es inevitable que tras ver este remake dirigido por Len Wiseman, director de Underworld, Underworld: Evolution y La jungla 4.0, surjan las comparaciones con el original del que parte, y aunque hay bastantes diferencias significativas en la historia principal, el argumento de partida es prácticamente el mismo, y podemos decir que nos encontramos ante un remake bastante fiel a la película de Verhoeven, y que además contentará a sus fans más fieles ya que la película está plagada de guiños y homenajes al film de Schwarzenegger.
He de confesar que no he leído el relato original "We Can Remember It for You Wholesale" en el que se han basado ambos films, así que tampoco puedo decir cual de los dos es el que más se ciñe a lo que escribió en su día Philip K. Dick, pero el argumento, que de la mano de Verhoeven se convertía en un enrevesado rompecabezas en el que el espectador no sabía muy bien si lo que estaba viviendo el personaje protagonista era realidad o ficción, en esta nueva versión protagonizada por Colin Farrell, la acción y los efectos especiales se imponen a un guión mucho más sencillo que cumple únicamente dando las claves necesarias para continuar la trama, salvo en algún momento puntual donde si se plantean tímidamente esas dudas en el protagonista, y por ende en el espectador.
La historia nos sitúa a finales del siglo XXI, donde la Tierra ha quedado inhabitable para todo ser humano, y el grueso de la población se ha asentado en los dos únicos lugares habitables de la Tierra, la United Federation of Britain (UFB) y la Colonia, estableciéndose una separación bastante evidente entre la población con recursos en la primera y una población que sirve como mano de obra en fábricas de robots llamados sintéticos, en la segunda, estando ambos lugares comunicados por La Cascada, un medio de transporte que atraviesa la Tierra de un extremo a otro.
Uno de estos trabajadores es Douglas Quaid, que hastiado de su vida gris y anodina junto a su mujer Lori, interpretada por Kate Beckinsale, y debido a un sueño que se repite en su cabeza noche tras noche, decide ir al centro Rekall donde le implantan una serie de falsos recuerdos pudiendo elegir la vida que él quiera. Quaid elige ser un agente secreto doble y es en ese momento cuando todo se complica y la acción, casi sin pausa, se apodera de la película y así vemos como el personaje interpretado por Colin Farrell comienza a ser perseguido por su supuesta esposa y por el cuerpo policial de los Centinelas ya que supuestamente era un agente secreto al que se le habían borrado sus recuerdos, y en su ayuda acudirá Melina, una joven que aparecía en los sueños recurrentes de Quaid, que resulta ser un miembro de la resistencia que se opone al Canciller Cohaagen, interpretado por Bryan Cranston (Breaking Bad).
En el apartado interpretativo Farrell cumple eficazmente como héroe de acción, mientras que las breves apariciones del malvado Cranston saben a poco; por su parte en el lado femenino del reparto, Jessica Biel realiza un más que correcto papel profundizando en el pasado del protagonista y como interés amoroso del héroe, mientras Lori Quade, el papel interpretado por Kate Beckinsale, toma mucho más protagonismo que el papel que interpretó Sharon Stone en la cinta original (no olvidemos que es la esposa del director) y aquí se convierte prácticamente en la villana de la función eclipsando con su perfidia al personaje de Cohaagen.
Los puntos positivos del film son, sin duda, las variadas escenas de acción y persecuciones que son espectaculares, los magníficos diseños de producción de la UFB y de la Colonia, en los que no se ha escatimado en detalles y en efectos especiales para crearlos y así podemos ver infinidad de extras, casuchas apiñadas, edificios futuristas y coches voladores por doquier. Mientras que en el otro lado de la balanza nos encontramos con que algunas escenas puedan recordarnos demasiado a otras películas como Minority Report, Yo, Robot o a Blade Runner, y también que se echa mucho de menos el humor negro de la cinta de Verhoeven.
En definitiva, y si acudáis este viernes al cine a ver Desafío Total, os encontaréis con un entretenido trhiller de acción futurista con unos espectaculares efectos especiales, y con un remake que cumple quizá demasiado fielmente con el original, apenas aportando nada nuevo de su propia cosecha a esta nueva versión de Total Recall.

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