Después de ver el trailer de Sin frenos, quizá lo único que me llamaba la atención era que estaba dirigida por David Koepp, un guionista/director que en su faceta de guionista ha participado en éxitos de Hollywood tan potentes como Ángeles y demonios, la cuarta entrega de Indiana Jones, La guerra de los mundos o el Spider-man de Sam Raimi; y que en su faceta como director ha realizado películas no tan conocidas como las anteriores, pero tan interesantes como Me ha caído el muerto, La ventana secreta, El último escalón o The Trigger Effect (El efecto dominó).
Y tras su visionado, solo puedo decir que Sin frenos es una gran elección para ir al cine este fin de semana, ya que Koepp, que en esta cinta escribe y dirige, ha conseguido un más que aceptable thriller con ligeros toques de comedía que recuerda mucho a ese tipo de cine de entretenimiento que estuvo tan de moda durante los años ochenta y que parece que está volviendo poco a poco a las carteleras durante los últimos tiempos, algo que es de agradecer.
Sin frenos cuenta la historia de Wilee, un mensajero que se gana la vida en la ciudad de Nueva York jugándose el tipo con su bicicleta cada día en una ciudad donde el tráfico, los taxistas y los peatones son un peligro constante y de buenas a primeras, y sin saber muy bien como, comienza a ser perseguido por toda la ciudad por un misterioso personaje que va tras la pista de un sobre cuya entrega Wilee debe hacer en una cuenta atrás mortal que deparará al espectador unas espectaculares y adrenalíticas persecuciones a través del peligroso tráfico de las calles de Manhattan.
El personaje protagonista está interpretado por Joseph Gordon-Levitt (The Dark Knight Rises, Looper), uno de los actores de moda en Hollywood, que lo hace estupendamente encarnando al mejor de los mensajeros en bicicleta de Nueva York, un personaje con una mezcla de habilidad y chifladura, en una constante huida hacia adelante cuyo lema es piñón fijo, cuadro de acero, sin frenos.
Por su parte Michel Shannon (Take Shelter) interpreta al villano de la función y realiza un extraordinario trabajo poniéndose en el papel de un tipo pasado de vueltas que no se detendrá ante nada para conseguir el contenido del sobre que Wilee deberá proteger con su vida.
En otros papeles secundarios hay que destacar la participación de las actrices Dania Ramirez y Jamie Chung y del actor Wolé Parks.
Como ya he dicho unas líneas más arriba, Sin frenos, es una estupenda elección para ir al cine este fin de semana si uno no sabe muy bien que ver, ya que Koepp en los 91 minutos de metraje nos cuenta una historia muy entretenida, dirigida con un ritmo endiablado y con unas muy acertadas soluciones estéticas y narrativas que sorprenderán a más de uno, y que hacen de esta cinta todo un deleite visual.
No quiero acabar esta reseña sin mencionar que tras ver esta película uno se queda con las ganas de, primero, visitar la ciudad de Nueva York, a pesar del caos circulatorio mostrado en Sin frenos, y segundo, montarse en una bicicleta (sin frenos, por supuesto) y pedalear sin parar esquivando coches a diestro y siniestro por avenidas tan transitadas como la Castellana.
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