La reciente publicación por parte de Ediciones La Cúpula de El Bulevar de los Sueños Rotos debería ser motivo de alegría para los lectores ya que supone el primer libro publicado en nuestro país del dibujante underground Kim Deitch, un autor prácticamente desconocido por estos lares y del que apenas hemos podido leer alguna historieta corta en alguna que otra revista.
Kim Deitch, hijo del célebre animador Gene Deitch, comenzó a dibujar sus propios cómics underground en 1967 para la revista contracultural The East Village Other donde crearía al gato Waldo, su más famoso personaje y donde además coincidiría con otros autores underground como los míticos Robert Crumb o Spain Rodriguez.
A través de los años Deitch ha publicado sus historietas en gran cantidad de publicaciones underground y libros como Beyond the Pale, All Waldo Comics, A Shroud for Waldo, The Mishkin File, No Business Like Show Business, Shadowland o Hollywoodland entre otros. En la actualidad publica con Fantagraphics su propia serie titulada The Stuff of Dreams.
Como en prácticamente la mayoría de su obras, y también en este El Bulevar de los Sueños Rotos, Deitch nos narra como era la vida en los primeros estudios de animación, uno de sus temas recurrentes, amen de otros como el alcoholismo, o la locura personificada en la forma del gato imaginario Waldo, personaje fetiche del autor, que ha protagonizado varias de sus obras y que en ésta en concreto se convierte en la alucinación que atormentará al animador Ted Mishkin hasta el fin de sus días.
Además de contarnos las historias de varios personajes centrándose sobre todo en la historia de Ted y Waldo, Deitch aprovecha para revisitar desde su particular punto de vista, y por supuesto cambiando nombres y hechos, la historia de la animación americana comenzando por uno de sus pioneros de la animación artesanal Winsor McCay (creador de Little Nemo in Slumberland), pasando por los primeros estudios como los de los Hermanos Fleischer hasta llegar a la nueva era de la animación transformada en un lucrativo negocio personificado en Disney, su merchandising y sus parques de atracciones.
En cuanto al apartado gráfico del libro podemos contemplar y maravillarnos con las originales y elaboradas composiciones desplegadas por Deitch en algunas de las barrocas páginas del libro, en las que hay que detenerse de vez en cuando en su lectura para disfrutar de cada detalle del estilo visual de un autor en el que el underground y los inocentes personajes de las primeras animaciones se dan la mano.
Lamentablemente esta excelente edición que se ha marcado La Cúpula ha quedado empañada por un error en el que se han intercambiado dos páginas correlativas (la 159 y la 160). Un error que por otro lado, y sobre todo por la escena onírica narrada en ambas páginas, no afecta demasiado a la lectura de la obra.
El Bulevar de los Sueños Rotos.Kim Deitch, hijo del célebre animador Gene Deitch, comenzó a dibujar sus propios cómics underground en 1967 para la revista contracultural The East Village Other donde crearía al gato Waldo, su más famoso personaje y donde además coincidiría con otros autores underground como los míticos Robert Crumb o Spain Rodriguez.
A través de los años Deitch ha publicado sus historietas en gran cantidad de publicaciones underground y libros como Beyond the Pale, All Waldo Comics, A Shroud for Waldo, The Mishkin File, No Business Like Show Business, Shadowland o Hollywoodland entre otros. En la actualidad publica con Fantagraphics su propia serie titulada The Stuff of Dreams.
Como en prácticamente la mayoría de su obras, y también en este El Bulevar de los Sueños Rotos, Deitch nos narra como era la vida en los primeros estudios de animación, uno de sus temas recurrentes, amen de otros como el alcoholismo, o la locura personificada en la forma del gato imaginario Waldo, personaje fetiche del autor, que ha protagonizado varias de sus obras y que en ésta en concreto se convierte en la alucinación que atormentará al animador Ted Mishkin hasta el fin de sus días.
Además de contarnos las historias de varios personajes centrándose sobre todo en la historia de Ted y Waldo, Deitch aprovecha para revisitar desde su particular punto de vista, y por supuesto cambiando nombres y hechos, la historia de la animación americana comenzando por uno de sus pioneros de la animación artesanal Winsor McCay (creador de Little Nemo in Slumberland), pasando por los primeros estudios como los de los Hermanos Fleischer hasta llegar a la nueva era de la animación transformada en un lucrativo negocio personificado en Disney, su merchandising y sus parques de atracciones.
En cuanto al apartado gráfico del libro podemos contemplar y maravillarnos con las originales y elaboradas composiciones desplegadas por Deitch en algunas de las barrocas páginas del libro, en las que hay que detenerse de vez en cuando en su lectura para disfrutar de cada detalle del estilo visual de un autor en el que el underground y los inocentes personajes de las primeras animaciones se dan la mano.
Lamentablemente esta excelente edición que se ha marcado La Cúpula ha quedado empañada por un error en el que se han intercambiado dos páginas correlativas (la 159 y la 160). Un error que por otro lado, y sobre todo por la escena onírica narrada en ambas páginas, no afecta demasiado a la lectura de la obra.
Kim Deitch.
Ediciones La Cúpula.
164 págs. - B/N - 20 €. Cartoné. Número único. Julio 2007.
Ediciones La Cúpula.
164 págs. - B/N - 20 €. Cartoné. Número único. Julio 2007.
1 comentario:
Pedazo de título, sí señor. En mi opinión, y oese a la errata, digno candidato a "Los diez mejores tebeos del año".
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